Todos ellos viajaban en una furgoneta que se desprendió por un pequeño barranco y terminó volcando. Ninguno de ellos tuvo que ser ingresado en el hospital Universitario.
Efectivos del servicio de Emergencias Sanitarias (061), de la Policía Local y del COS de la Guardia Civil se movilizaron ayer sobre las 14.00 horas por un accidente ocurrido en el recinto de las obras para la construcción de un nuevo centro penitenciario en la ciudad, situadas en la zona de Fuerte Mendizábal. En el mismo estuvieron implicadas tres personas que, afortunadamente, no sufrieron lesiones de gran entidad, aunque sí tuvieron que ser trasladadas al hospital Universitario.
Las tres personas accidentadas eran trabajadores de las obras de la nueva prisión y se desplazaban en una furgoneta cuando ésta se precipitó por un pequeño barranco y terminó volcando. El vehículo quedó en muy mal estado y los hombres sufrieron lesiones relacionadas con los diferentes golpes que se dieron. Por fortuna, ninguno de ellos quedó atrapado en el interior del vehículo, por lo que pudieron salir. De momento se desconocen las causas oficiales que dieron origen al accidente.
Los hombres fueron llevados hasta el servicio de Urgencias del centro hospitalario de Loma Colmenar, donde curaron sus heridas y comprobaron que no sufrían lesiones de gravedad, más allá de las policontusiones originadas por los múltiples golpes que recibieron durante su caída. Ninguno de ellos tuvo que quedarse ingresado y pudieron abandonar el hospital Universitario por su propio pie, lo que supuso la mejor noticia posible.
El incidente que tuvo lugar ayer trajo de nuevo a la memoria el desafortunado suceso que tuvo lugar a inicios del mes de marzo del año 2010 en ese mismo escenario. Aquel día diez personas resultaron heridas de diferentes consideración tras producirse la explosión inesperada de un sobrante de material explosivo que estaba siendo acumulado para su destrucción. Como consecuencia de aquel desgraciado capítulo un ingeniero terminó falleciendo y alguno de sus compañeros sufren las secuelas de lo sucedido. Sin duda, se trató de una noche negra en la historia de Ceuta que marcó el desarrollo de las obras cuando todavía estaban en un estado completamente inicial.
Por suerte, lo ocurrido ayer se quedó en un mero susto, una anécdota que todos los implicados podrán contar sin problema a sus familiares y que no tuvo un precio humano de gravedad.
Noticia extraída de "El Faro de Ceuta", 27/08/2011.
