miércoles, 3 de marzo de 2010

TRES DE LOS HOSPITALIZADOS ESTAN GRAVES Y AYER SE TEMÍA TODAVIA POR LA VIDA DE UNO DE ELLOS


Dos Guardia Civiles se encuentran entre los afectados pero con carácter leve, cinco pacientes ya habian sido dados de alta y los tres más graves permanecían en la UCI.

A media noche de ayer comparecían ante los medios el director territorial del Ingesa, Jesús Lopera, el director gerente de Asistencia Sanitaria, Juan Carlos Querol, y el director médico de Atención Especializada, Carlos Ramírez, para dar cuenta del estado de salud de todos los afectados por la deflagración.

En total, diez personas habían tenido que ser asistidas desde las ocho y media de la tarde, de los cuales cinco ya habian sido dados de alta con heridas leves, dos permanecían en observación pero también con pronostico leve y tres habían sido trasladados a la Unidad de Cuidados Intensivos UCI.

Lopera aclaró que de estos tres pacientes, dos se hallaban en estado grave pero estables y un tercero muy grave, por lo que a la hora en que se comunicaba el parte médico se temía aún por su vida y se especulaba con la posibilidad de trasladarlo a la Península.

Los afectados por la explosión, ocho trabajadores y dos Guardias Civiles, fueron hospitalizados por politraumatismos de diversa consideración, heridas contusas y quemaduras de diferente grado. Los funcionarios de la Benemérita se encontraban entre los heridos leves.

Los responsables sanitarios puntualizaron que algunas quemaduras revestían un caracter importante y especificaron que uno de los afectados en el siniestro había ingresado con una mano catastrófica, por lo que hubo que amputarle dos dedos y a media noche de ayer todavia poseía uno tercero en peligro.

A esa hora, al paciente que se encontraba en estado crítico se le estaba realizando un TAC para observar si poseía otras lesiones distintas de las que ya se le habian detectado.

El director territorial prosiguió que algunos de los asistidos habian pasado a esa hora ya por quirófano, unos pendientes de ser estabilizados y otros para ser objeto de diferentes curas, ya que se necesitaron abundantes suturas. "Dentro del hospital la situación se ha resuelto de manera satisfactoria", apostilló Lopera.

Pero la situación era todavia incierta cuando los directivos del Ingesa comparecieron para informar sobre el estado de los afectados. La noche de ayer era clave para conocer, sobre todo, la evolución del afectado que se encontraba en estado crítico.

Un médico estuvo toda la noche en los telefonos en la extensión de la UCI para informar a los familiares de los afectados sobre el estado de sus parientes, todos de la Península.

En la medida en que la empresa responsable de la obra conocía los telefonos de las familias de algunos de ellos, se pudo establecer una conexión directa con ellas para explicarles lo sucedido y el estado de sus congéneres.

Noticia extraida de "El Pueblo de Ceuta" 03-03-2010.

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